Me decidi por examinar a tal chico medio alternativo que estaba en plena biblioteca con un cuaderno azulado, encima unos lápices grises que hacian semejar el tablero en mano que tenía a su derecha.
Me cambie de lugar; unas mesas frente a la suya, del mismo modo se me hacia casi imposible desviar mis ojos obstinados por esa mania con que comenzo una partida, y yo sin siquiera saber cual peon faltaba en el casillero de la esquina.
Como tal seducción a ojos cerrados, que al levantar la mirada se asemejaba en la suya; que murmuraba en mi a simple vista "Jaque Mate".